Nubarrones
Una noche que pensaba y no lo hacía desde el optimismo me di cuenta de una cuestión, el estado melancólico y de tristeza puede llegar a acapararte de tal modo que, valga la paradoja, puede llegar a gustarte y cuando algo te gusta tiendes a quedártelo, con lo cual tenemos los ingredientes idóneos para conseguir un plato explosivo. Estos pensamientos me llevaron a otros, luego me acordé de las criaturas que no supieron romper a tiempo con tan desaconsejable compañera de viaje y terminaron sus días en los brazos de la desesperación, engullidas por la razón de la sinrazón.
Todos nos hemos encontrado a lo largo de la vida con algún ejemplo de lo que hablamos, un compañero de colegio mi hijo con apenas 21 años es mi recuerdo, a él le dedico esta poesía que en esa noche, de hace unos años ya, rescaté de mis adentros para recordarme y recordar, que debemos estar atento, por si alguien de los nuestros, nos pudiera necesitar.
Tiempo de ofuscación
Buitres
negros vienen prestos
fustigando
mí destino,
carroñeros
descompuestos
se cruzan en
mi camino.
Nubes negras
colindantes,
revuelan en
mi azotea,
locos sueños
delirantes
que a mi
alma pierde y ciega.
El tiempo se
va acabando
me lo dicta
el corazón,
aunque
termine pagando
y no me den
la razón.
Bien sabe
Dios que no quiero
aunque me
sobre razón,
hace tiempo
que no duermo
meditando
esta cuestión.
Que nadie
sienta mi pena,
que nadie
llore por mi,
porque se
que esta condena,
lograré
vencer al fin..
Horizonte
emborronado
y pájaros
de negro pelo,
dejad en paz
a mi alma
y no enredar
en mis sueños.
que pienso
encontrar la calma
y no el
final de un mal juego.
Arame
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