Fuiste lo mejor de lo
mejor en mí y ahora que pasaste a otra dimensión, sigues insuflándome buen
rollo y ganas de vivir.
No necesito héroes ni santos en quien fijarme, tu ejemplo es
el más edificante, a los que nos enseñan los libros no los conocí, a ti si, por
eso puedo hablar con juicio y conocimiento.
En tu vida hubo las tres premisas fundamentales para
catalogar a una persona de especial, sufrimiento, superación y generosidad para
con los demás, de las tres te llevaste un carro lleno.
Dos meses ya y cuanto te echo de menos hermano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario